Una piedra negra es el título de la película que estoy haciendo hace un montón de años. Pero en este blog no pongo cosas de esa película, sino que pongo piedras negras.

miércoles, 2 de julio de 2008

Escuchamos frecuencias sublimes



Mercado de color negro. Escuchamos el disco celeste.
El disquero busca preocupado la parte del disco que necesita. Los sliders tienen un efecto confuso.
El aparato esta pensado para intentar resistir a las dificultades de una batalla, la caja rosa con agujeros romboidales evita que el polvo se le pose encima a la vez que le permite respirar. Pero hay que mantener los discos en buen estado.
En el minuto 2:02, ella se retira con su hijo. Ya escuchó suficiente, no necesita quedarse mas tiempo, ya conoce el disco amarillo. Pero un niño menor permanece ahí. Intenta encontrar un orden sensato para las chapas color cartón.
Las frecuencias sublimes fueron grabadas primero en algún soporte que ignoro y editadas en pequeños discos vinílicos. Bastante tiempo después alguien grabó con una cámara de video al aparato reproduciendo el disco, pero con el agregado del bullicio, las motos que dan vueltas y la gente atareada. Ahí se agregan percusiones. En otro tiempo alguien volvió a grabar algo; la grabación del aparato reproduciendo el disco en el mercado negro, pero esta vez esa escena esta alojada en la pantalla de un televisor. Esto fue debido sin dudas a que algo no encajaba con algo más. Las barras oscuras ocilan a voluntad. Tal vez hace poco tiempo, alguien hizo que esa información hinchada y saturada de colores sea disponible en cierta red electrónica.
No vamos a poder escuchar ninguno de los discos amarillos.

3 comentarios:

mxi dijo...

cadenita de filtros

f dijo...

abuante

rafael cippolini dijo...

El vinilo jamás se fue.